Grímnismál

Grímnismál

(Los dichos de Grímnir)

El rey Hráudung tenía dos hijos; se llamaba uno Ágnar y el otro Géirrod. Ágnar tenía diez años y Géirrod tenía ocho. Salieron los dos remando en una barca con sus sedales a pescar pececillos; el viento los arrastró entonces mar adentro. En la oscuridad de la noche dieron con tierra, desembarcaron y encontraron allí a un labriego. Con él se quedaron aquel invierno. La esposa adoptó a Ágnar y el viejo a Géirrod. Cuando llegó la primavera, el viejo les proporcionó una barca. Cuando ya él y la vieja los acompañaban a la orilla, el viejo le habló en secreto a Géirrod. Tuvieron buen viento y llegaron al fondeadero de su padre. Géirrod iba delante en la proa; saltó a tierra y, dándole un empujón a la barca, dijo: "¡Anda y que te agarre el ogro!" La barca se fue a la deriva mar adentro. Géirrod subió al poblado y fue muy bien recibido. Su padre había muerto. Géirrod fue hecho rey y llegó a ser un hombre famosos.
Odín y Frig estaban en el Hlidskialf y veían todos los mundos. Odín dijo: "¿Ves a tu ahijado Ágnar, cómo engendra a sus hijos con una ogresa en una caverna? Mi ahijado Géirrod es en cambio rey y manda en sus tierras." Frig dice: "Tan miserable es con la comida, que a los que le llegan los mataa de hambre, si le parecen demasiados." Odín dice que eso es una grandísima mentira. Hacen una apuesta sobre aquello. 
Frig envió a su doncella Fulla a donde Géirrod. Esta le advitió al rey que tuviese cuidado no fuera a hechizarlo un brujo que había llegado a sus tierras, y dijo que podia reconocérsele en que ningún perro por fiero que fueses se abalanzaba contra él. Que Géirrod fuera miserable con la comida, eso era una gran calumnia. Pero sí mandó apresar a aquel hombre con el que no se atrevían los perros. Este traía un manto azul oscuro y dijo llamarse Grímnir, pero no dijo nada más sobre él, aunque le estuvieron preguntando. El rey le dio suplicio para que hablara: lo puso entre dos fuegos, y allí llevaba ocho días.
El rey Géirrod tenía un hijo de diez años, que se llamaba Ágnar, como su tío. Ágnar se llegó a Grímnir y le dio a beber un cuerno lleno; dijo que hacía mal el rey tortuando a un inocente. Grímnir bebió. El fuego había avanzado entonces tanto, que el manto de Grímnir comenzaba ya a arder. Este dijo:

1
¡Mucho y de más,   candela, quemas!
¡Apartaos, llamas, de mí!
Se chamusca la piel   por más que la alzo,
mi manto ya a arder empeza.

2
Entre fuegos aquí   ocho días llevo,
y nadie me dio de comer
sino Ágnar tan solo,   el hijo de Géirrod,
que el solo señor   será de los godos.

3
Venturoso tú, Ágnar,   pues buena fortuna
a tí Veratyr te desea;
nunca otro trago   darás a beber
que te valga mayor recompensa.

4
 Santa la tierra   que veo extenderse
cercana a los ases y elfos;
allá en Trudheim   Tor morará
hasta el día en que caigan los dioses.

5
Ydálir se llama   allá donde Ull
alzada su sala tiene.
El Alfheim se lo dieron   los dioses a Frey
cuando antaño cayósele un diente.


6
 Paraje el tercero   en que fue por los dioses
cubierta con plata la sala:
Valaskialf se llama,   lugar excelente
que antaño el as se erigió.

7
Sokkvabekk el cuarto,   que está todo él
rumoroso de frescas olas:
Odín y Saga   en copas de oro
beben allá cada día.

8
El quinto Gladsheim,   donde muy reluciente
el amplio Valhalla se eleva:
 Hropt cada día   allá se escoge
a los hombres muertos por armas.

9
Reconocen su sala   por claros indicios
los que van a vivir con Odín:
son lanzas sus cabrios,   escudos sus tejas,
por sus bancos hay cotas de malla.

10
Reconocen su sala   por claros indicios
los que van a vivir con Odín:
se encarama a la entrada,   al oeste, el lobo
y un águila elévase arriba.

11
El sexto Trymheim,   donde Tiazi vivió,
aquel tan terrible gigante;
mas ahora Skadi,   la novia del dios,
el solar de su padre habita.

12
Breidablik el séptimo,   allá donde Bálder
alzada su sala tiene:
el paraje es aquel   que sé más limpio
de hechizos y malas desgracias.

13
Himinbiorg el octavo,   allá donde Héimdal
dicen que tiene su templo:
en aquel su remanso   el guardián de los dioses
del buen hidromiel disfruta.

14
El noveno Folkvang,   donde Freya en su sala
los puestos asigna;
ella y Odín   -su mitad cada uno-
se escogen los muertos por armas.

15
El décimo Glítnir,   que oro apuntala
y techado con plata está:
allá anda Forseti   los más de los días
dando en los pleitos arreglo.

16
 El undécimo Noatun,   allá donde Niord
alazada su sala tiene:
el dios intachable   su templo gobierna, 
el alto y bien ensamblado.

17
En zarzas abundan   y en altas hierbas
los bosques que Vídar habita:
allá su caballo   el hijo desmonta
y bravo a su padre venga.

18
Andhrímnir cuece   en la olla Eldhrímnir
al cerdo Sehrímnir,
la carne mejor;   mas pocos saben
qué come la hueste de einherias.

19
A Geri y a Freki,   avezado en la lucha,
el gran Heriafod los sacia;
mas sólo de vino   Odín se alimenta,
el glorioso señor de las armas.

20
Por todas las tierras   Hugin y Munin
volando van cada día;
me temo si Hugin   quizás no vuelva,
Munin más me preocupa.

21
Va Tund estruendoso,   gozoso el pez
en las aguas está de Tiodvítnir:
por corriente la tienen   los muertos por armas
mucha y que mal se vadea.

22
La verja Válgrind   en el llano se eleva,
santa, ante santas puertas;
antigua es la verja,   mas pocos saben
cómo su cierre cierra.

23
Quinientas estancias   más otras cuarenta
pienso que tiene Bilskírnir;
de todas las casas   que vi levantadas
la mayor la tiene mi hijo.

24
Quinientas puertas   más otras cuarenta
pienso que tiene el Valhalla;
ochocientos einherias   en contra del lobo
saldrán por puerta a la vez.

25
La cabra Heidrun,   arriba subida,
las ramas de Lérad muerde;
de claro hidromiel   llena ella la cuba,
bebida que nunca se acaba.

26
El ciervo Eiktýrnir,   arriba subido,
las ramas de Lérad muerde;
de sus cuernos gotea   en la fuente Hvergémir,
origen de todos los ríos:

27
Sid y Vid,   Sokin y Eikin,
Svol y Gunntra,
Fiorm, Fimbultul,
Rin y Rénnandi,
Gípul y Gópul,   Gómul, Geirvímul,
que fluyen por tierras de dioses
como Tyn y Vin,   Tol y Hol,
Grad y Gunntorin.

28
Vina el primero,   el segundo Vegsvin,
Tiodnuma el tercero,
Nyt y Not,   Non y Hron,
Slid y Hrid,   Sylg e Ylg,
Vid y Van,   Vond y Strond,
Giol y Leipt,   que a los hombres se arriman
y tuercen después al Hel.

29
Kromt y Ormt   y los dos Kerláugar,
que Tor vadearlos debe
cuando él cada día   al consejo acude
al pie del fresno Yggdrásil,
pues todo llamea   el Puente de Ases,
hierven las santas aguas.

30
Glad y Gýllir,   Gler, Skeidbrímir,
Silfrintopp y Sínir,
Gisl, Falhófnir,   Gulltopp y Lettfeti
los caballos que montan los ases
cuando allá cada día   al consejo acuden
al pie del fresno Yggdrásil.

31
Tres las raíces   que en tres direcciones
del fresno Yggdrásil arrancan:
la primera a Hel,   la segunda a los ogros,
la tercera a los hombres cobija.

31 b
En las ramas del fresno   un águila está;
sabedora de mucho es ella;
hay un azor   -Vedrfólnir se llama-
que está entre sus ojos puesto.

32
 Ratatosk se llama   la ardilla que corre
por el fresno Yggdrásil:
a Nídhogg abajo   levarle debe
las palabras del águila arriba.

33
Cuatro los ciervos   que, vueltos de cuello,
en lo alto del árbol muerden:
Dain y Dvalin,   Dúneyr y Dúratror.

34
Más sierpes anidan   bajo el fresno Yggdrásil
que el mico ignorante piensa:
Goin y Moin   -de Grafvítnir hijos-,
Grábak, Grafvóllud,
Ófnir y Sváfnir   siempre del árbol
las ramas royendo están.

35
El fresno Yggdrásil   penas soporta
más que los hombres creen:
muerde el ciervo arriba,   sus lados se pudren,
abajo lo masca Nídhogg.

36
Hrist y Mist   el cuerno me sirven,
Skéggiold y Skógul,
Hild y Trud,   Hlok y Herfiótur,
Gol, Geirólul,
Rándgrid y Rádgrid   y Reginleif;
 a los einherias les sirven ellas.

37
Árvak y Álsvid,   ellos arriba
tiran ligeros del sol;
en sus lomos los ases,   benignos dioses,
frescor les pusieron de hierro.

38
Delante del sol,   del dios reluciente,
el escudo Svalin está:
montañas y mares   yo sé que arderían
si de allá se quitara.

39
Va el lobo Skol   hasta el bosque y refugio
delante del dios cariblanco;
delante va Hati   -de Hrodvítnir hijo-
de la fúlgida novia del cielo.

40
Con la carne de Ýmir   se hizo la tierra,
con su sangre la mar,
con sus huesos las peñas,
con sus pelos los árboles,
con su cráneo el cielo.

41
Con sus pestañas   los benignos dioses
a los hombres el Mídgard hicieron;
con sus sesos ellos   todas crearon
las malas nubes del cielo.

42
A Ull se propicia   y a todos los dioses
el primero que toca en las llamas,
pues abiertos los mundos   los ases ven
cuando se aparta el caldero.

43
Los hijos de Ivaldi   en tiempos remotos
Skidbládnir hicieron,
el mejor de los barcos,   para Frey el brillante,
el magnánimo hijo de Niord.

44
De los fresnos Yggdrásil   es el mejor,
de los barcos Skidbládnir, 
de los ases Odín,   de los potros Sléipnir,
de los puentes Bífrost,   de los escaldas Bragi,
de los azores Hábrok,   y de los perros Garm.

45
Ya ahora mi rostro   a los dioses muestro,
socorro así me consigo:
sabido será   por los ases todos
que en la sala de Égir están,
que están con Égir bebiendo.

46
Grim me llamo,   me llamo Gangleri,
Herian y Hialmberi, 
Tekk y Tridi,   Tund y Ud,
Helblindi y Har.

47
Sad y Svípal   y Sanngetal,
Hérteit y Hníkar,
Bíleyg, Báleyg,   Bólverk, Fiólnir,
Grim y Grímnir,  Glápsvid y Fiólsvid.

48
Sídhott, Sídskegg,   Sígfod, Hníkud,
Álfod, Válfod,  Átrid, Farmtyr;
nombre nunca  el mismo me doy
desde que ando con hombres.

49
El nombre de Grímnir   me di con Géirrod,
Jalk me dije con Ásmund,
Kiálar a rastras   llevando el trineo,
Tror en consejo,
Vídur luchando,
Oski y Omi,   Jafnhar, Biflindi, 
Góndlir y Hárbard con los dioses.

50
Svídur y Svídrir   la vez que a Sokkmímir,
el viejo gigante, embauqué,
cuando yo de Midvítnir   al hijo famoso
matarlo supe yo solo.

51
¡Estás ebrio, Géirrod!   Has bebido de más.
Perdiste tú mucho   al dejarme en olvido:
el favor de Odín,   de los einherias todos.

52
Mucho te dije,   mas poco entendiste;
amigos te han hecho engaño;
de mi amigo la espada   viéndola estoy
bañada toda en su sangre.

53
¡Ya téngalo Ygg   al muerto por hierro!
Aquí tu vida se acaba.
¡Te aborrecen las nornas:   a Odín tú ves!
¡Acércate a mí, si lo logras!

54
Odín ahora,   antes Ygg,
aún antes Tund me llamé,
Vak y Skílfing,   Váfud, Hroptatyr,
Gaut y Jalk con los dioses,
Ófnir y Sváfnir,  nombres todos
que hacen por uno conmigo.

El rey Géirrod estaba sentado con su espada sobre las rodillas, y la tenía desenvainada hasta la mitad. Cuando oyó que era Odín el que le había venido, se levantó y quiso quitar a Odín de entre los fuegos. La espada se le escapó de las manos con la empuñadura hacia abajo. El rey tropezó y cayó hacia adelante; la espada lo atravesó y quedó muerto. Odín desapareció entonces. Ágnar fue rey allí luego mucho tiempo.